A la par del positivo cambio que
experimenta la Ciudad Capital, con un reordenamiento vial y nuevas arterias que
dan acceso a proyectos habitacionales y comerciales, se ha comenzado un proceso
de reemplazo e instalación de hidrantes que darán seguridad a esa millonaria
inversión citadina.
Los primeros de los 400 hidrantes que han sido adquiridos por 1.5 millones de dólares ya han sido instalados en sectores populares de El Chorrillo, Sta Ana y Calidonia, donde se han presentado siniestros, con lo cual se asegura la rápida atención de bomberos cuando se requiere.
De esa manera la Institución cumple con la responsabilidad de asegurar la disponibilidad de agua y con suficiente presión para sofocar los incendios, principalmente, en lugares más vulnerables y donde existen casas de madera.
Igualmente, ante la necesidad de la comunidad de contar con mayor seguridad se colocaron tres nuevos en San Miguelito y en Tocumen, frente a la Barriada Las Américas.
Varios de esos hidrantes habrían sido objeto de colisiones, robo y vandalismo y desde hace algún tiempo era necesario reemplazarlos.
Las instalaciones, además, proseguirán en el Casco Antiguo y en San Felipe, dado que los allí existentes presentan deterioro del metal producto de la corrosión por la sal del mar y daños ocasionados por la construcción y remoción de viviendas objeto de necesarias modificaciones que impulsa Patrimonio Histórico.
En los Corregimientos de San Francisco, Bella vista, Parque Lefevre, Rio Abajo y Juan Díaz se localizan los lugares donde serán ubicados, paulatinamente, otros hidrantes recién adquiridos.
En total unos 700 hidrantes en la Ciudad Capital presentan algún grado de deterioro o daño, de ellos alrededor de 20 solo podían reemplazarse cada año ya que no había en existencias, situación que ahora ha cambiado.
En Juan Díaz, dentro de poco, se instalarán unas 10 unidades ya que se han localizado los puntos de mayor urgencia. Algunos de esos hidrantes están enterrados por trabajos de construcciones de carreteras y edificaciones.
En la actualidad el Departamento de Control de fugas, de la Región Metropolitana, además de hacer los cierres de circuito al momento en que hay reparaciones en tuberías de conducción, hace cambios de empaques y ajustes por fugas en hidrantes, pero se requiere de un personal que atienda las nuevas responsabilidades de dar mantenimiento a más de 400 unidades.
En tal sentido se tiene contemplado estructurar una cuadrilla que atenderá, cada tiempo, dichos hidrantes y asegurar de esa manera su buen funcionamiento.
Al final de cuentas, dar un adecuado mantenimiento a los hidrantes, provocará ahorro a la Institución ya que reemplazarlo e instalarlos supera los dos mil balboas.
Por ello, cada ciudadano, se debe convertir en un vigilante de su hidrantes ya que es suyo y le puede salvar la vida y propiedad.